Declaran zona de desastre económico a la Región Cordillerana
Se estima que 45.000 personas, con trabajos registrados o informales, vieron caer sus ingresos drásticamente, llegando a ser nulos en una alta proporción, porque el aislamiento vigente impide vuelos, colectivos y todo tipo de transporte, y mantiene las fronteras cerradas, lo que impide la llegada de turistas de Brasil, Chile, Europa y del resto del país.
El proyecto presentado por la gobernadora Arabela Carreras, con acuerdo de ministros, destaca que se propone esta declaración en relación a que los meses de julio, agosto y septiembre constituyen la temporada alta de mayor importancia en la Región Cordillera, tanto por el nivel de ocupación como por el gasto promedio del turista invernal -que es superior al de cualquier otra época del año- y que no hay fecha cierta de finalización de esta situación.
Además establece facultar al gobierno de Río Negro para conceder los beneficios tributarios, totales o parciales a los contribuyentes y al mismo tiempo plantea que una vez declarado el estado de desastre Económico y Social, el Poder Ejecutivo Provincial deberá solicitar al organismo nacional competente la adopción de igual decisión en el orden Nacional.
La legisladora Julia Fernández, de JSRN, sostuvo que el aislamiento trajo como consecuencia la caída del turismo y hasta el momento la inexistencia de la temporada invernal. Este escenario privó a la zona de ingresos por unos 4.000 millones de pesos en concepto de alojamiento y otros 3.500 millones de pesos en gastronomía, hecho que impacta directa o indirectamente en miles de fuentes de trabajo, en familias, y en pequeñas y medianas empresas, destacó la legisladora.
Por eso me parece importante el momento para aprobar esta herramienta, que viene a complementar otras medidas ya tomadas por el gobierno para acompañar a la zona, expresó Fernández.
Zona de desastre
Se resolvió apelar a la figura de zona de desastre porque se avizora que las personas humanas y jurídicas que dependen del turismo no podrán hacer frente a sus obligaciones si no se toman medidas rápidas y concretas para evitar el colapso de gran cantidad de ellas y la consecuente pérdida de las fuentes de trabajo. El concepto de desastre se adopta por ser la pandemia, surgida por la aparición del COVID-19, un factor imprevisible e inevitable que por su intensidad y carácter extraordinario afecta especialmente a las áreas receptivas del turismo.